Cuando a una persona es diagnosticada con una enfermedad como es el cáncer el foco de atención pasa a ser la parte física principalmente. El impacto emocional no sólo afecta al paciente sino también a la familia, provocando cambios en muchas áreas que comprometen el bienestar de cada persona.
Somos seres biológicos-psicológicos-emocionales-sociales-espirituales, y ante una enfermedad nuestras relaciones familiares, sociales y de trabajo, se ven afectadas, las emociones pueden ser como una montaña rusa con subidas y bajadas, se pueden presentar pensamientos que pueden traer como consecuencia implicaciones negativas para la salud.
Tener una enfermedad y encontrar el bienestar emocional es posible.
Mi objetivo de trabajo es identificar, detectar y atenuar el malestar emocional, proporcionando claves para facilitar el proceso de adaptación a esta nueva situación de vida, proporcionando información, pautas y estrategias que sirvan en lo posible para prevenir o aliviar la experiencia de sufrimiento y la de tu familia.
Déjame acompañarte en este proceso ya que tener una enfermedad y continuar disfrutando la vida es posible.